Este tema presenta la evolución de la educación especial a la educación inclusiva desde tres hitos fundamentales:
La educación especial en este periodo se destina a aquellas personas que expresan un comportamiento diferente a la norma. Se considera necesario conocer las causas de este comportamiento y proponer una atención para estos sujetos. El enfoque viene determinado por una serie de motivos entre los que destacamos:
La organización escolar desde su posición clásica, recomienda la agrupación de los alumnos en grupos homogéneos en función de las capacidades y/o deficiencias, como medida para conseguir un mejor rendimiento y eficacia en la enseñanza.
Estas razones consolidan el concepto de educación especial como la educación especializada para las diferentes patologías o deficiencias y encomendada a especialistas en los mejores métodos.
Son muchos los avances que se consiguen en este periodo en cuanto a la educación y tratamiento de las personas diferentes. Comienza entendiendo la educación especial como la atención médica o medico/educativa de la persona con deficiencias para pasar a una gran especialización educativa en cada una de las deficiencias; pero, a pesar de aportar una gran especialización en métodos y programas educativos, su desarrollo expresa una educación segregada que parte de la etiquetación de la persona. Se valora a la persona por lo que le falta o no tiene y por su comparación en relación con la norma.
2.- Periodo de la integración escolar.
La razón fundamental para que surja este movimiento son los cambios en relación con los derechos de la persona, en muchos casos proclamados por los mismos colectivos cercanos al deficiente.
El desarrollo de este hecho se hace patente desde la evidencia de una sociedad cambiante, que ahora se preocupa por buscar un espacio digno para todos los ciudadanos como elemento de justicia, a través de la normativa que lo haga posible y a partir de unas actuaciones que lo desarrollen.
En 1968 la UNESCO elabora un informe desde el que se cuestiona la realidad educativa tanto especial como normal. Su opinión se centra en la necesidad de que las políticas en materia de educación deberían hacer un esfuerzo para garantizar la igualdad de acceso a la educación a todos los ciudadanos, así como para integrarles en las políticas económicas y sociales de la comunidad.
El desarrollo de estas orientaciones hace cambiar la concepción que la sociedad tiene ante los niños deficientes considerados hasta ahora como “no educables”, para cuestionarse si desde esta opción se les está negando la posibilidad de promover la igualdad de oportunidades educativas. Esta realidad tiene diferente significado en cada país, en función de la evolución socioeducativa y política que se desarrolle.
En España, la opción por la igualdad de oportunidades tiene como referente el informe Warnock. En ese momento, la ordenación general del Sistema Educativo está regulada por la Ley General de Educación de 1970; por ello, el principal problema se plantea cuando se cuestiona la práctica de esta filosofía de la integración, derivada de la igualdad de oportunidades.
Se lleva a la práctica con el programa de integración escolar, regulado por el Real Decreto 334/1985, de 6 de marzo, de ordenación de la educación especial. Este R.D establece las directrices. Destacamos entre ellas:
- La educación ha de poner el acento en las necesidades educativas de los alumnos. Si estas son diferentes a la norma estos sujetos son sujetos con necesidades educativas especiales (ACNEE).
- La educación de los ACNEES debe desarrollarse, siempre que sea posible, en las escuelas ordinarias. Para ello los claustros han de contar con apoyos necesarios.
- Desde esta medida, nace la figura del profesor de apoyo a la educación frente al profesor de pedagogía terapéutica. Ambos deberán tener la cualificación especifica que reclaman las diferentes discapacidades; pero sus objetivos y su campo de actuación han de ser diferentes.
- La planificación educativa ha de seguir los mismos parámetros para todos los sujetos, teniendo como referente lo establecido en el sistema educativo general.
La puesta en práctica del programa de integración ha supuesto una serie de beneficios en la educación. Desde una mirada hacia el pasado es cierto que la sociedad ha asumido el hecho de la integración escolar. La sociedad ha cambiado en su concepción de la persona que se separa de la norma y ha evolucionado la opción profesional ante la valoración del sujeto.
Estos progresos se consolidan en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, que recoge como uno de sus ejes vertebradores la respuesta educativa para todos los alumnos desde los principios de normalización e integración escolar. Desde estos principios se propicia la autonomía de los centros para que ajusten los currículum escolares a las capacidades del alumnado.
Junto a estos hechos sabemos también de sus inconvenientes. Se considera que la escuela tiene que replantear sus presupuestos si quiere asumir la integración, ha de entender la enseñanza y el aprendizaje desde otros parámetros que no sean la efectividad. La organización de la escuela tiene que buscar fines más amplios que no sean la eficacia y el rendimiento. A esto no se llega por la eficacia legislativa. Es necesaria una clara voluntad política y a su vez un modo diferente de entender la educación para todos.
3.- La escuela para todos como punto de partida hacia la educación inclusiva.
La evolución sociopolítica en la década de los 90, ha supuesto importantes cambios en la concepción educativa, llegando a la denominada educación comprensiva o educación para todos. Ésta se orienta a proporcionar una formación polivalente con un fuerte núcleo de contenidos comunes para todo el alumnado que se encuentra escolarizado en una misma institución escolar y a su vez ofrece a cada alumno una enseñanza ajustada a sus necesidades, no para compensar las carencias que pueda tener el sujeto, sino para potenciar las posibilidades del sujeto y el respeto a su individualidad.
Desde este planteamiento, la escuela se pone al servicio del alumno, las escuelas son para todos, lo que pone en evidencia la diversidad en las aulas. Este es el reto de la escuela para todos: cómo se vive y se potencia la diversidad en la escuela y si es posible una educación al servicio del desarrollo de la persona (educación de calidad), desde la atención a la diversidad.
Siguiendo la opinión de PORRAS VALLEJO (1998) los cambios necesarios para responder a esta educación de calidad son:
- Unos sujetos de la educación valorados por su diferencia.
- Un diseño y desarrollo del currículum y la organización escolar que permitan una escuela común para todos.
- Una escuela comprensiva-inclusiva que no se plantea la enseñanza desde las dificultades de los sujetos, sino desde la perspectiva del currículum.
- Un nuevo profesional de la docencia inmerso en una colectividad realmente democrática y abierta a la comunidad.
La educación para todos y la educación inclusiva tienen unos presupuestos legales y administrativos, pero su puesta en práctica es un camino por recorrer que se va abriendo desde la práctica.