En este tema vamos a presentar unas pautas de acción para la elaboración de las adaptaciones curriculares individuales (ACI); pero antes de entrar en este tema, es necesario recordar algunos aspectos generales que sirven de punto de partida para su desarrollo. En este sentido recordamos que antes de realizar Adaptaciones Curriculares Individuales, un centro tiene que asumir el tema de las Adaptaciones Curriculares como responsabilidad colegiada y como actividad propia del centro dentro de la programación de sus actividades. Las ACI forman parte de los ajustes y adaptaciones que el centro tiene que hacer para contextualizar la oferta del curriculum común a las peculiaridades del alumnado. Por esto el primer punto de estudio es conocer qué son las Adaptaciones Curriculares.
1.- Las Adaptaciones curriculares
Las adaptaciones curriculares (AC), se presentan como una medida ordinaria que deben de asumir los centros en el proceso de enseñanza/aprendizaje dentro del principio de individualización de la enseñanza. Así lo reconoció el Ministerio de Educación y Ciencia (1992, 22) al definir las adaptaciones curriculares como "los ajustes o acomodaciones de la oferta educativa común a las situaciones individuales del centro, aula o alumno". El Diseño Curricular Base define las adaptaciones curriculares como una estrategia educativa que tiene el profesorado, con el objetivo de individualizar la enseñanza y el aprendizaje y como medida que lleve a reconocer y responder a la diversidad, por lo que el curriculum desde la LOGSE presenta otras dos características: es abierto y flexible.
Las características de las (AC) son: Los ajustes se presentan como un proceso, han de estar centrados en el alumno y en el centro, son relativos y cambiantes y han de estar formando un continuo. En un extremo de este continuo estarán "aquellos cambios habituales que el profesorado introduce en su enseñanza"(MEC,1992,23) para dar respuesta a la existencia de las diferencias relativas a la edad o estilos de aprendizaje, en el otro estarían las adaptaciones que se apartan significativamente del curriculum.
Estos ajustes o acomodaciones han de planificarse por los equipos de los centros desde diferentes niveles o concreciones.
1.- El primer nivel del que han de partir los equipos para elaborar su propuesta curricular, se encuentra en el decreto de mínimos y decreto del curriculum de las Comunidades Autónomas. Éste apoya y sirve de referencia para conocer el curriculum común. Este nivel es el que sostiene el principio de igualdad de oportunidades.
2.- El segundo nivel exige contextualizar, ajustar y acomodar este curriculum común a las peculiaridades del centro (AC). Esta actividad es responsabilidad del centro y se concreta en el Proyecto Curricular, que tiene como base el Proyecto Educativo.
Al elaborar el Proyecto Educativo y el Proyecto Curricular, el profesorado ha consensuado unos presupuestos de partida en relación con: la educación, la escuela, el alumno..., la teoría que sustenta la actuación docente y el modo que va a orientar el proceso de enseñanza y evaluación, las funciones de la escuela, opciones en relación con la diversidad, autonomía y formación del profesorado...
Las adaptaciones curriculares, por tanto, están presentes en el centro y son responsabilidad de todo el profesorado, son una opción ante el proceso de enseñanza/aprendizaje, una actitud de procedimiento y se desarrollan como un continuo o un recurso de acomodación a los sujetos para los que se plantea el curriculum.
Esta opción del profesorado por contextualizar el curriculun común ha de estar proyectada en varios aspectos como:
a.- La selección y secuenciación del qué enseñar: objetivos y contenidos.
b.- Una opción sobre el procedimiento (modo o modelo) desde el que se va a desarrollar el proceso de enseñanza/aprendizaje
c.- Aspectos metodológicos y organizativos en relación con los recursos materiales y temporales con los que cuenta el centro
d.- Criterios generales sobre la evaluación
e.- Organización de materiales y recursos
3.- El tercer nivel de concreción son las programaciones de aula. En ellas hemos de contextualizar para un grupo de alumnos, las determinaciones tomadas en el Proyecto Curricular y a su vez será necesario ajustes o acomodaciones, para un determinado alumno. Estas son las ACI.
2.- Las adaptaciones curriculares individuales
Cuando el maestro realiza la programación de su aula, tercer nivel de concreción del curriculum, se encuentra con dos exigencias: ha de ajustar la propuesta común para los sujetos de una misma edad, a las peculiaridades de su grupo (AC) y también ha de individualizar la enseñanza a los diferentes ritmos y necesidades de algún alumno concreto. A este proceso lo denominamos Adaptación Curricular Individual (ACI).
Definimos ACI como los ajustes y modificaciones que es necesario hacer en los diferentes elementos de la propuesta educativa, para un determinado alumno, con el fin de que madure las capacidades individuales y llegue a la consecución de los objetivos propuestos para su grupo de referencia.
La elaboración de estas adaptaciones curriculares es tarea del tutor con los apoyos que precise. El primer paso para decidir sobre las adaptaciones curriculares individuales es recordar la opción que hemos tomado en relación con la diversidad, cuando hemos elaborado el proyecto curricular. Desde esta opción, Su desarrollo pide un procedimiento en el que se pueden seguir estas pautas:
1.- Determinar las necesidades educativas individuales.
2.- Propuesta de desarrollo curricular.
3.- Organizar los elementos materiales y personales de actuación
Cada uno de estos puntos precisa diferentes modos de actuación que vamos a plantear.
1.- Determinar las necesidades educativas individuales:
Al comenzar el curso el tutor posee conocimiento de sus alumnos derivado de:
a.- Criterios de promoción: edad y calificaciones
b.- Historia de éxitos y fracasos
c.- Valoración complementaria de otros profesionales
d.- Diagnósticos médicos y/o psicológicos
Es posible que derivado de estas informaciones, algunos alumnos tengan el calificativo de Alumno con Necesidades Educativas Especiales (ACNE).
Esta información es necesaria cuando el tutor pretende hacer la programación de aula pero es preciso que profundice en su significado para conocer las causas: socio/familiares, culturales, psicológicas, fisicas, etc y las consecuencias que de ello se derivan respecto a la diferente manera en relación con el grupo, la situación en la que se manifieste el alumno, en que situaciones tiene estas necesidades educativas especiales, qué implicaciones tiene en el proceso concreto de enseñanza y el aprendizaje. Buscar esta información es conocer el nivel de competencia curricular.
El nivel de competencia curricular : es el punto de partida desde el que podemos programar nuevas acciones docentes para un grupo o un determinado alumno. Considero que determinar el nivel de competencia del que hemos de partir es necesario siempre que planificamos un proceso de enseñanza. El MEC lo define en relación con los ACNEE y considera que se trata de un punto de partida imprescindible para la elaboración de las AC. "La evaluación de competencia curricular implica determinar lo que es capaz de hacer un alumno en relación con los objetivos y contenidos de las Áreas del Curriculum " (MEC, 1992, 33).
Determinar la competencia curricular de un alumno supone:
a.- Establecer una norma o nivel de comparación. Desde fuera del alumno o con él?
b.- Comparar al sujeto con esta norma o conocer sus capacidades c.- Conocer que proceso tiene que seguir el alumno para llegar a esa norma
d.- Evaluar si se ha llegado o conocer el proceso
Para seguir este proceso es necesario acudir al proyecto curricular en el que hemos adaptado el curriculun común al grupo en el que se van a encontrar los alumnos con necesidades educativas especiales y hemos determinado unos criterios de evaluación. Al establecer estos criterios se ha priorizado la competitividad o se han formulado los objetivos en términos de capacidades?...
Al formular los objetivos en términos de capacidades la comparación del sujeto será consigo mismo, con la evolución desde la que es capaz de madurar sus capacidades y desde esta opción llegaremos a conocer el proceso que hace posible el desarrollo del sujeto.
La competencia curricular no debe medirse sólo siguiendo criterios académicos de las Áreas Curriculares desde los que se enfatizan los aspectos cognitivos. Existen aspectos funcionales, actitudinales y procedimentales dentro de los contenidos que pueden madurar las capacidades del sujeto para una vida adulta y activa; pero esto tiene que estar consensuado en el proyecto curricular, si queremos que sirva de referencia al maestro al programar su aula.
Entendida la competencia curricular desde estas dimensiones aporta conocimiento de la motivación del alumno hacia las materias, nivel de autoestima, contexto que ayuda o favorece el aprendizaje del alumno, relación con los compañeros, especiales dificultades para la asimilación del conocimiento, etc... Este proceso reclama una valoración detenida de cada alumno en varias ocasiones: al comienzo de curso, antes de hacer las programaciones, en su desarrollo. Precisará la acción conjunta de padres, tutores, especialistas, apoyos... Sólo desde este proceso de deliberación estamos en condiciones de saber si un alumno es o tiene necesidades educativas especiales y desde este conocimiento podemos ajustar la programación del grupo de referencia a su individualidad, en relación con:
a.- Las capacidades que un alumno puede desarrollar de cada objetivo en un periodo de tiempo
b.- Los contenidos que van a favorecer el desarrollo de estas capacidades
c.- Las situaciones de enseñanza/aprendizaje que mejor se ajusten al desarrollo de esta capacidades
d.- Los recursos necesarios
e.- La organización de elementos personales o materiales
2.- Propuesta de desarrollo curricular: Programación
Suponemos que el tutor conoce la competencia curricular de los alumnos para los que va a desarrollar la programación de aula y las ACI necesarias. A partir de esto el maestro hace la programación de aula en la que sigue estos pasos:
1.- Formular y secuenciar los objetivos en términos de capacidades. Seleccionar las capacidades que cada sujeto va a desarrollar, es decir encontrar diferentes niveles de capacidades en los objetivos que pueden ir complementándose en profundidad.
2.- Tratamiento globalizador de los contenidos. Es conveniente buscar aspectos de la vida o la cultura que interesen a los alumnos. Alrededor de ellos enlazar los diferentes contenidos que se plantean en el PC.
3.- Determinar actividades para el desarrollo de estos intereses o problemas. Estas actividades han de pensarse en relación con las capacidades que se pueden desarrollar. Son las que dinamizan el trabajo del aula y en ellas pueden implicarse varios sujetos aunque partan de diferente competencia curricular. Para ello la formulación de las actividades deben servir para:
a. Que provoquen en el sujeto posibilidades para: el análisis y la síntesis, asimilación y generalización, experiencia y funcionalidad, contextualización y generalización, aceptación y contraste
b.- Que estos aspectos puedan desarrollarse a través de: la reflexión individual, el contraste con el grupo, interacción con otro sujeto, interacción con el adulto
c.- Que puedan desarrollarse desde diferentes niveles de profundización y que precisen el desarrollo de diferentes niveles de capacidades
d.- Señalar actividades prioritarias, de generalización, actividades específicas en situaciones concretas
e.- Procurar que alguna actividad del núcleo temático reclame la participación de todo el grupo
4.- Señalar los medios y procedimientos de evaluación que van a informar a maestros, alumnos y padres sobre el proceso. Los criterios que apoyan estas decisiones arrancan del proyecto curricular. Estos se determinan en la programación del aula desde estos compromisos:
a.- Todos los sujetos son corresponsables de las metas y del trabajo necesario para conseguirlo
b.- Cada alumno debe conocer su evolución y la de sus compañeros, en aquellos aspectos en los que se ha comprometido, las causas y motivos de esta evolución
c.- Dejar constancia de todo ello por cada alumno, por el grupo, por el maestro
e.- Sistematizar esta valoración en periodos más largos de forma individual y en grupo
f.- Hacer consciente y convertir esta valoración en actividad que desarrolla capacidades
g.- Convertir la información recogida en esta evaluación en elemento de enriquecimiento que lleguen a modificar situaciones personales y de grupo
h.- Plantear alguno de estos aspectos como situaciones de hipótesis de trabajo, buscar la teoría que lo complete y enriquecer este conocimiento desde la práctica para que colabore a la profesionalización docente.
3.- Organización de materiales y recursos
El desarrollo de las programación de aula tiene relación con el resto del centro, un tutor no puede funcionar sino se plantea una serie de aspectos que están en relación con la dinámica general del centro. En este sentido hemos de preguntarnos por las implicaciones que tiene el desarrollo de la programación y de las adaptaciones curriculares individuales con la dinámica organizativa del centro, con los profesionales en general o con los materiales y recursos. Vamos a recordar algunos aspectos:
a.- Con el maestro de apoyo: ha de conocerse en qué situación del proceso de enseñanza/aprendizaje es necesario el apoyo. Si el apoyo es al niño o al maestro. El lugar donde se realicen los apoyos. El profesional responsable de ello. Relación profesional del tutor y del profesor de apoyo
b.- Organización de los espacios del aula, del centro, del material, de los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades: salidas, rincones, quién y como se asumen responsabilidades en cada uno de estos aspectos...
c.- Relación del centro con otros contextos para el desarrollo de las actividades: instituciones sociales o locales, familia...
Podemos finalizar este tema recordando que las adaptaciones curriculares individuales, como respuesta al principio de individualización de la enseñanza y por ser un recurso en la programación docente, van a colaborar a una educación de calidad si se planifican y desarrollan como medio para que cada sujeto construya su propio aprendizaje. Por ello el desarrollo de las AC y de las ACI piden al maestro una reflexión continua sobre su práctica en la que la diversidad se entiende como recurso para que se desarrolle este proceso.
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