La orientación educativa, como elemento fundamental para el desarrollo de la inclusividad en la enseñanza, precisa de unos criterios que orienten la funcionalidad de los profesionales que están implicados en el proceso escolar. Resumimos este tema en tres criterios básicos:
- Desarrollo de la acción tutorial en los centros: La responsabilidad recae en el profesor tutor en primaria que junto al profesor de apoyo tienen como finalidad atender al desarrollo de los niños individualmente y en grupo, mediante el proceso de enseñanza y la atención tutorial.
- La escuela es el espacio en el que el niño tiene que ir descubriendo su proyecto personal en relación consigo mismo, con el otro, con el mundo y con la cultura. Este aprendizaje ha de estar programado por los adultos que tienen responsabilidad en este desarrollo: los tutores y los profesores que con él se responsabilizan de esta misión.
- Orientación y apoyo para la atención a la diversidad desde la normativa y avances legislativos. Esta función está encomendada a los equipos de orientación psicopedagógica. Su actuación va encaminada al deseo de una mejora cualitativa del sistema Educativo, mediante su actuación interdisciplinar, el enfoque externo de la problemática que se plantea en los centros y el apoyo al proceso de enseñanza/aprendizaje.
- Coordinación de la actuación orientadora en los centros. Este proceso es responsabilidad de los equipos de coordinación pedagógica en la educación primaria y de los departamentos de orientación en la educación secundaria.
Estos recursos, creados para potenciar la calidad de la educación, tendrán su efectividad en función de la profesionalidad de sus responsables y de la organización interna de los centros, tal y como señala DOMINGO SEGOVIA (1997, 166) con el mapa relacional.
|