La ley ofrece una estructura y organización del sistema educativo. De su estudio se desprenden los aspectos básicos que sustentan el sistema educativo como principios prioritarios. Estos quedan recogidos en tres aspectos:
- La evolución histórica, política y social que vive España cuando se plantea y ratifica la L.O.G.S.E., pretende proyectar sobre la escuela un protagonismo importante en el desarrollo de la vida democrática de los ciudadanos. La educación obligatoria cumple la misión de ser compensadora de las diferencias. Esta función se desarrolla desde estos rasgos: comprensividad y diversidad, desde los que se defiende la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Desde este presupuesto el modelo de escuela que plantea el sistema educativo tiene fines sociales y educativos.
- El desarrollo de la educación obligatoria evidencia la diversidad en los centros educativos. Este hecho se recoge en la ley poniendo su atención desde la oferta de un currículum común, un espacio para la optatividad y unas medidas de atención a la diversidad. Esta oferta pretende proporcionar una formación básica para todos los sujetos, con una finalidad doble: por una parte, la escuela tiene que ofrecer una formación básica, orientada a madurar hacia una vida adulta de calidad; por otra, la escuela es el espacio institucional en el que el ciudadano tiene que conocer y desarrollarse desde la cultura de su tiempo, aprender a apreciarla y potenciarla. Desde este reto, la escuela tiene que replantearse sus funciones y cuestionarse desde qué estructuras y presupuestos puede hacerlas efectivas.
“El compromiso de universalizar la oferta educativa hasta los 16 años, está basado en el firme interés de prolongar la educación básica de los ciudadanos hasta su posible entrada en el mundo del trabajo, proporcionándoles una cultura común más completa, sustrato de otras preparaciones más directamente ligadas a la vida profesional y punto de partida para una formación polivalente en la enseñanza postobligatoria. La prolongación de la escolarización tiene el valor social de evitar la segregación excesivamente temprana y en muchos casos irreversible” (M.E.C., 1987, 89).
- “La calidad de la enseñanza es actualmente uno de los objetivos prioritarios de la política educativa en todos los países desarrollados. Constituye una meta que concierne a todos los agentes del proceso educativo... El aumento de la calidad del sistema educativo se plantea en España como un objetivo prioritario” (M.E.C., 1987, 59). Para desarrollar esta meta el Sistema Educativo propone las condiciones más favorables para el desarrollo de una educación de calidad, entre las que destacamos:
- Desde la L.O.G.S.E., se regula la escuela comprensiva.
- Determina los procesos necesarios para que se haga efectivo desde una escuela abierta.
- Pretende el desarrollo de una cultura que potencie la diversidad y el pluralismo.
- Orienta la formación del profesorado.
- Describe el perfil profesional más conveniente.
- Potencia la autonomía y profesionalidad del docente.
- Regula mecanismos suficientes para el desarrollo de una educación pública y democrática.
- Plantea el campo científico o el conocimiento al servicio de la formación integral de la persona y como preparación para desarrollar una vida adulta de calidad.
- Diferencia y organiza los contenidos por Áreas de conocimiento.
- Para su desarrollo, orienta desde una metodología apropiada.
- Enfoca la evaluación como elemento integrado en el proceso educativo y como actitud modificadora de la práctica.
Estas condiciones se han convertido en declaración de intenciones, que se recogen desde sus aspectos programáticos en las leyes; pero es difícil que las veamos proyectadas en la práctica cotidiana del aula o que las desarrollemos, por el mero hecho de ser proclamadas. La acción normativa no produce cambios. Estos tienen que desarrollarse durante la ejecución, aunque es en la norma donde se buscan las razones y desde donde pueden justificarse las condiciones para la mejora cualitativa. Así lo expresa FIERRO (1995, 15), “No hay recetas o medidas infalibles para las reformas verdaderas y en profundidad, éstas sólo se consiguen mediante la ilustrada y prudente adopción de estrategias convergentes e influyentes más importantes, encaminadas a un determinado fin”.
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